sábado, 14 de mayo de 2011

La canción


Primero fue una nota tenue, sencilla y perfumada. Duró medio segundo, pero su recuerdo se extendió en la memoria.
Después siguió un silencio como de bosque en reposo. Según persistía se hizo denso como noche cerrada. Los ecos de la primera nota encerraban una angustia, ahora que nada se oía. El recuerdo se fue extinguiendo; la oscuridad creció. Una vibración de pesadumbre se apoderó del espacio. Como un abismo se cierne ante un agotado explorador, el vacío emergió vertiginosamente. Un eco antiguo, olvidado, resonaba detrás del manto negro. La soledad encerraba algo de triste y de maldito.
La primera y última nota había dado paso al funesto destino de todo. El telón se levantaba. Detrás de él, aún más terrible y oscuro, el silencio más horroroso que alguien jamás oyó.